Los estudiantes universitarios tienen claro en qué sectores les gustaría ocupar una vez finalicen los estudios: banca, auditoría y consultoría. En cambio, las profesiones relacionadas con el transporte y las telecomunicaciones son las que menos les gustaría ejercer.
Los estudiantes universitarios prefieren dedicarse a los sectores de consultoría, banca y auditoría, según el informe de KPMG ‘Los estudiantes ante el mercado laboral’ sobre sus expectativas ante el mercado de trabajo. Los empleos más atractivos para incorporarse al mercado laboral son aquellos relacionados con la consultoría, la banca y la auditoría; frente a otras carreras profesionales en sectores como el transporte o las telecomunicaciones.
Dicho informe consta de un análisis sobre las expectativas y el análisis que hacen los estudiantes universitarios españoles mientras se están formando para acceder al mercado laboral. Uno de los puntos analizados ha sido el sector al cual les gustaría incorporarse en su entrada al mercado laboral, prefiriendo la banca, la auditoría o la consultoría y dejando en los últimos puestos el sector transporte o las telecomunicaciones.
Asimismo, los jóvenes que todavía están formándose en la universidad ya aprecian la alta competitividad dentro del mercado laboral, estando dispuestos a hacer algunos sacrificios para garantizarse una buena carrera profesional. En alguna medida, los universitarios están dispuestos a supeditar sus hobbies, aficiones, el emprendimiento o sus relaciones personales para conseguir un empleo; aunque se muestran más reticentes a sacrificar su vida familiar.
Un alto porcentaje de estudiantes universitarios (82%) defiende que las generaciones predecesoras han tenido un mejor y más fácil acceso al mundo laboral que el que podrán tener ellos al finalizar los estudios. En la misma línea, un 85% de los jóvenes afirma que sus mayores deben aprender de ellos y defienden que los jóvenes están actualmente más capacitados para el trabajo en equipo, el uso de las nuevas tecnologías o la flexibilidad laboral.
De este modo, los jóvenes se sienten más capacitados para ejercer su profesión ya que cuentan con unos valores y aptitudes hacia el trabajo que sus predecesores no disponen. Una mayor facilidad para entenderse en trabajos en equipo gracias a las experiencias en la universidad, tener más recursos con las nuevas tecnologías al ser prácticamente nativos en ellas o estar dispuestos a hacer sacrificios personales para tener una mayor flexibilidad laboral son sus bazas para enfrentarse al mercado laboral.