Si estás interesado en ser asistente social pero te faltan datos sobre cómo hacerlo, utiliza este sencillo artículo para guiarte e informarte de la formación necesaria para este empleo.
Vivimos en un mundo cargado de desigualdades, en el que resulta muy complicado encontrar algo de empatía. Este valor es fundamental para aquellas personas que quieren dedicarse a una labor social como es la de esta profesión.
Este trabajo es dependiente, normalmente, del Estado u otras entidades públicas por lo que al obtener tu puesto de trabajo, encontrarás un puesto tranquilo y a largo plazo en el que poder desarrollar tus estudios. Siempre hay que recordar que esta formación nunca debe abandonarse.
Como para otros muchos trabajos en la actualidad, es posible formarse desde diferentes vías. En la asistencia social ocurre igual, puedes estudiar para ser asistente social a través de la Universidad desde distintos títulos de grado o mediante un grado de técnico superior.
Vías para convertirte en asistente social
Vía universitaria
Puedes comenzar tu vida universitaria a través del Bachillerato más la Selectividad, un Grado de Técnico Superior o bien una Prueba de Acceso para mayores de 25, 40 ó 45 años.
Mediante una carrera universitaria, tenemos diferentes opciones para acabar trabajando como asistente social. Las dos opciones principales son:
El porcentaje más alto de asistentes sociales posee este título universitario. Se trata de una formación en la que se ayuda a detectar problemas sociales y saber actuar frente a ellos de forma activa. Además de dar todas las herramientas para poder hacerlo y conseguir, a pesar de las exigencias presentes, una comunidad con menos problemas para sus ciudadanos.
Es un grado que permite a aquellos que lo completen, aprovechar la educación para resolver problemas sociales; dotando de un desarrollo en la actitud y las destrezas necesarias para conseguirlo.
Distintas universidades españolas ofrecen el estudio combinado de estos dos Grados de forma simultánea.
De forma secundaria, cabe nombrar el Grado en Psicología y el Grado de Pedagogía. Son carreras universitarias que no se centran en esta labor social como tal pero que también pueden orientar su materia a esta finalidad laboral.
Todos estos grados son de cuatro años de duración (240 créditos) en los que obtendrás unos conocimientos específicos sobre cómo actuar ante las situaciones que se presentan en este contexto. Es primordial para ello aprender un lenguaje con el que comunicarse de forma adecuada con los demás, adaptable a cada circunstancia o grupo de personas. Todo ello a través de una actitud positiva capaz de trabajar bajo presión en las distintas coyunturas que se presenten.
También cabe nombrar la existencia de diversos Máster oficiales que pueden contribuir a una mayor formación en este sector. Los conocimientos de estos Máster posibilitan el continuo desarrollo necesario para esta labor. Algunos de ellos son:
- Máster en Intervención Social en el ámbito del Menor y la Familia.
- Máster en Intervención Social en el ámbito Familiar y Sociasanitarios.
- Máster en Mediación y Gestión de Conflictos.
- A través de un Grado Superior (FP).
Para acceder a la universidad o como paso único para convertirte en asistente social, puedes realizar un único Grado Superior a través de la Formación Profesional.
Formación Profesional (Técnico Superior en Integración Social)
Puedes acceder a esta formación de 2.000 horas de duración directamente con el Título de Bachillerato o de Formación Profesional de Grado Medio o bien a través de una prueba de acceso.
Este Grado Superior de dos años se acompaña de un periodo de prácticas en las que demostrar y aplicar todos los conocimientos adquiridos y conseguir una visión más global de los distintos contextos y situaciones.
Con la FP de Técnico Superior en Integración Social te capacitarás tanto para la asistencia social como para otras salidas como puede ser monitor para personas con discapacidad, auxiliar de tutela, empleo con apoyo o mediador ocupacional, entre otros. Todas ellas con una finalidad común, hacer una labor social para mejorar la convivencia de la comunidad y evitar exclusiones de cualquier tipo.
Funciones de un asistente social
La principal función podría considerarse el estar cerca de familias desfavorecidas o grupos en riesgo de exclusión, con el objetivo de que se reinserten en la sociedad de la forma más sencilla y dinámica posible.
Además de ésta, podríamos destacar otras funciones:
- Valorar situaciones familiares.
- Prevenir y mediar situaciones de exclusión social.
- Orientar e informar sobre medidas positivas para la ciudadanía.
- Resolver conflictos sociales.
- Tratar lazos afectivos y relaciones personales.
- Establecer un plan de trabajo adecuado.
- Captar toda la información necesaria, atendiendo a cada detalle.
- Colaborar con distintos organismos.
Si este es el trabajo que buscas y te encuentras preparado para su formación, no desaproveches la oportunidad de ser un asistente social y aportar tu granito de arena en busca de una mejor sociedad.